¿Y si mi afición reciente de cocinar platos nuevos, sorprendentes y nutritivos todos los días no es otra manera de expresión de mi creatividad rebosante sino lo único que puedo hacer estando cuidando de mi hijo sin tiempo ni lugar para aportar ni transmitir ni compartir mi arte, mis reflexiones, mi mundo con el Mundo para no estar pensando en ello constantemente?
Más informaciónLos editoriales ya no te promocionan. Dicen que es mucho gasto, los tiempos son muy malos, estamos en crisis y de hecho, tú escribiste el libro, mandaste el manuscrito, preguntaste diez, once, veintitres veces por él así que es cosa tuya. Es tu libro. ¡Promociónate! ¡Destaca entre millones! ¡Haz que nuestras ventas suban!
Más información"Me apetece hacer cosas cotidianas contigo," dijo ella y me pareció la frase más romántica del mundo.
Más informaciónLo harás mejor con el segundo, me dicen. ¿Mejor? ¿Qué hay de malo en ser tierna?
Más informaciónHan pasado cuatro días desde que pensé en la voz preparando un curso sobre la autoficción donde me inventé, con clara influencia de Vila-Matas, la fórmula Mathison. Ésta describe y estructura ese placer de entrelazar conocimientos previos con otros frescos para llegar a saberes nuevos, más profundos y hasta a descifrar enigmas. Y desde entonces está siendo un no-parar: diferentes personas me hablan de la voz en distintos contextos, en su sentido literal y en su sentido metafórico, y yo no paro de tomar notas mentales, construyendo laberintos en la pizarra de mi oficina que después me toca descifrar.
Más información¡No me lo podía creer! Estas cosas les pasan a las demás. Siempre. ¿No?
Más informaciónSi es tan fácil, tan evidente, ¿por qué nos seguimos buscando en sitios equivocados? Theodore Zeldin dice en su "Historia íntima de la humanidad" que cada generación busca aquello de lo que cree carecer. La nuestra se busca a sí misma, pero eso no significa que nos hayamos perdido. Solo pensamos que es así. Y otra vez Mooji: "Solo es una idea", por lo tanto, falsa.
Más informaciónLas preguntas salían sin parar, hubo muchas y de repente acabaron aquí, en una sobre el silencio. Cerré los ojos y me detuve. Había dado un gran paso hacía la verdad. Me sentí muy cerca de ese algo grande, único e irrepetible. De ese “quién soy yo”. ¡Ah! Pero entonces aparece Mooji, como de la nada, y me pregunta qué tipo de pregunta es esta, y por un momento me desconcierta.
Más informaciónTodos queremos, hasta necesitamos como seres sociales la mirada de otro ser como confirmación de que existimos. Solo que lo buscamos en sitios equivocados. Nosotras nos buscamos en sitios equivocados. En lugares que son nuestros, verdaderamente nuestros ni siquiera surge el tema de reconicimiento. Porque nos ven. Nos reconocen. Nosotras nos vemos, nos reconocemos ahí.
Más informaciónMe sentía como una montaña inmensa en cuyas entrañas guardaba una cueva profunda y oscura. Solo de ahí podía salir esa voz antigua, lejana y vasta. Esa voz eterna. Me sentí poderosa cantando el om como un hombre mayor. Como dios, se podría decir. Ellas me miraban, pensando seguramente que lo estaba haciendo mal, y sin embargo, las que se equivocaban eran ellas. Pero todo está bien, perfecto como está así que hice como si no me hubiera dado cuenta de semejante error.
Más informaciónDe repente se oye un doloroso: "¡Ay, ay, ay!", y alguien cayéndose suave pero con contundencia sobre la esterilla. A ver, ¿qué se supone que una debe hacer en esta situación? ¿Seguir con la práctica para mostrar la alta concentración conseguida o dejarlo de inmediato para auxiliar a la compañera? ¿Nosotras o el mundo? Estando en la calle no hay duda, pero en medio de una clase de yoga sí.
Más información